Juegos de mesa y rol en Madrid
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Teoría de los 7 mitos

Desde que el rol se convirtió en un juego de masas, circulan por el mundo una serie de mitos o creencias que, a todas luces y a ojos de una persona racional, se ve que son falsas. Sin embargo, para bien o para mal, estas supercherías forman ya parte de la historia y del mundo del rol. No obstante, tales ideas se deben erradicar, y será entonces cuando (¿por qué no?) el rol será de verdad el juego mas jugado del mundo.

Lo primero que hemos de tener en cuenta es que el jugar al rol es tan peligroso como jugar al parchís o al Monopoly. Ahora bien, si quienes juegan son asesinos, racistas y psicópatas, entonces da igual que jueguen al rol, al parchís o al Monopoly, porque si lo que quieren es una excusa para salir y matar es seguro que la pueden encontrar fácilmente en cualquier contexto.

Esto es lo que ocurrió en el caso del crimen que tuvo lugar en el castizo barrio de Hortaleza la madrugada del 30 de abril de 1994 (el juicio se produjo tres años más tarde) en el que dos jóvenes asesinos acabaron con la vida de un empleado de la limpieza que regresaba a casa tras acabar su jornada laboral. En este caso, jugaban a un juego inventado por ellos llamado «Razas» (ya el nombre da una idea de los pensamientos xenófobos que anidaban en la mente de estos criminales), un juego dado a luz por una mente enferma; algo muy distinto de los juegos de rol hechos con el objeto de divertirse y pasarlo bien, la inmensa mayoría de ellos basados en obras literarias que gozan del reconocimiento general y que surgieron de la mente de escritores geniales y no de adolescentes perturbados.

Primer mito: El jugador y el personaje son la misma persona.

Un jugador es una persona real; un personaje es el papel que el jugador lleva en el juego. Todas las acciones que hace el personaje, todos los objetos que posee, incluso los mismos personajes, son imaginarios y no existen en el mundo real.

Posiblemente, este es el error más común sobre los juegos de rol. Es tremendamente paradójico que un artículo periodístico acuse a los jugadores de confundir la fantasía con la realidad, cuando el propio artículo muestra esa misma confusión.

Segundo Mito: Los juegos de rol enseñan a los jugadores cómo lanzar hechizos.

A menudo los juegos de rol tienen un sistema de magia, que suele ser una forma de magia fantástica, muy lejos de todo lo que tenga que ver con la brujería o lo oculto. Hay algunos juegos de rol que han sido diseñados para tener una apariencia más ‘realista’, y los autores han usado fuentes ocultistas auténticas como línea de trabajo.

Sin embargo, no se puede aprender a lanzar hechizos jugando a un juego de rol más de lo que se puede aprender a esgrimir una espada o a cabalgar. La magia que se usa en los juegos de rol es enteramente una simulación. Existe sólo en el mundo del juego y nunca causa ningún efecto en el mundo real. La magia nunca se dirige a gente real y cualquier pretensión de lo contrario es falsa. Además, mientras muchos juegos de rol tienen alguna clase de sistema de magia, muchos otros no lo tienen, especialmente la gran cantidad de juegos de ciencia ficción o de ambientación actual o moderna.

Tercer mito: En el juego de rol hay ganadores y perdedores.

Existe la idea generalizada, a la par que errónea, de que los juegos de rol comparten las mismas cualidades que la mayoría de los juegos que les han precedido. A diferencia de otros tipos de juegos, los juegos de rol no tienen normalmente ganadores o perdedores claramente definidos. En lugar de eso, son más parecidos a un ejercicio de trabajo de equipo. Esta confusión demuestra que no se ha realizado una investigación seria sobre los mismos.

Cuarto Mito: Los juegos de rol ensalzan la violencia.

Aunque el combate existe en la mayoría de los juegos de rol, nunca se presenta como la respuesta a todo. El conflicto es una buena parte de nuestra Historia, y los juegos de rol reflejan eso: no en vano, nuestro siglo, el siglo XX, fue denominado por los historiadores «el Siglo de las Guerras». Pero hay mucho más en esta afición que los mazazos y los espadazos… Hay manuales que hablan sobre otras culturas, gentes, razas y tradiciones, que interaccionan entre sí de muchas maneras, de las cuales el combate es sólo una de ellas. Si el Advanced Dungeons & Dragons (por ejemplo) fuera el equivalente rolístico al Quake (por ejemplo), cabría de sobra en un manual de cien páginas. Sin embargo, y como mero apunte, tal obra sobrepasa las 300 páginas.

Quinto Mito: Los juegos de rol inducen a comportamientos obsesivos.

Es curioso que un fanático de los deportes que no es capaz de hablar más que de los resultados de los partidos no sea considerado ‘obsesivo’ por la mayor parte de las personas, pero un jugador que juega una vez a la semana en cambio sí lo sea. Cualquier pasatiempo tiene el potencial de hacer lo que pretende: que pase el tiempo. Una persona que pasa mucho tiempo jugando al rol sería simplemente una persona que pasa mucho tiempo haciendo algo distinto si los juegos no fueran una parte de la ecuación. La responsabilidad personal y la madurez son lo que importa aquí. Jugar al rol no es una afición más obsesiva que cualquier otra, simplemente involucra más a la inteligencia que la mayoría de los hobbies. Tal vez sea eso lo que tanto temen muchos de los que los critican.

Sexto Mito: Los juegos de rol convierten a sus participantes en criminales.

En muchas ocasiones, se les ha culpado a estos juegos de provocar que gente «aparentemente normal» (¿qué significa ser «aparentemente normal»?) cometa crímenes que nunca habrían soñado hacer si no se hubieran involucrado en ellos. Se trata de una idea absurda para los roleros que, sin embargo, a mucha gente ajena a este mundillo les parece posible, sobre todo teniendo en cuenta todos los mitos que se dan como ciertos acerca de estos juegos.

Lo cierto es que, según la CAR-PGa (Comité para el Progreso de los Juegos de Rol) en los crímenes cometidos «por los juegos de rol» encontramos otros muchos, y más comprensibles, factores. Lo que en realidad ocurre es que ‘Un niño víctima de abusos mata a sus padres’ no vende tantos periódicos y revistas como ‘Un juego enseñó a un niño a matar’.

Séptimo Mito: Los juegos de rol inducen al suicidio.

Ya sea al causar depresiones graves por la pérdida de un personaje, o como alguna forma perturbada de empezar la vida desde el principio, los juegos de rol han sido acusados de ser una posible causa de suicidio entre sus jugadores. Sin embargo, el Centro para el Control de Enfermedades, el Departamento de Suiciología y la Universidad Albert Einstein tienen otra opinión al respecto: estas tres instituciones han realizado una investigación exhaustiva sobre los juegos de rol y no han encontrado ninguna conexión entre estos y el suicidio. Los expertos han emitido su veredicto.

De la misma manera, como hemos mencionado antes, el CAR-PGa ha investigado todos los suicidios «relacionados con los RPG’s» de los que se tiene constancia, y ha encontrado circunstancias atenuantes en todos y cada uno de ellos: alcoholismo, patologías mentales o emocionales, falta de formación básica, etc…

Una vez más, parece ser que todo se reduce a decir lo que vende más periódicos o a lo que hace que la audiencia no haga zapping. Por lo tanto, hay que concluir que los casos aislados en los que jugadores de rol han cometido suicidio son normalmente malinterpretados por personas desinformadas para que parezca que el juego fue la causa principal de la muerte. De hecho, y de acuerdo con los datos de la citada institución, la tasa de suicidio entre las personas que juegan a juegos de rol es mucho menor que la media de otros grupos sociales. Por consiguiente, no es exagerado hablar de «desinformados».

Extraído de: http://roldreams.spaces.live.com/blog/cns!8BE5F1BC4231CE70!112.entry

Adaptado y corregido por el autor.

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