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Volvemos al Chillida (Octubre-Junio)

Autor Tema: Partida dragon age (2)  (Leído 10911 veces)

Kastanguluka

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en: Noviembre 05, 2015, 10:42:18 am
Bueno colegas, este sábado no puedo dirigir, y además está el villarol, así que en principio la próxima partida sería en el mismo sitio que la última y a la misma hora, el sábado día 14 de noviembre del año del Hacedor de 2015. Si alguien más quiere apuntarse o si alguien tiene algún problema para asistir, que se manifieste, por favor. El cupo de jugadores, por cierto, es de cinco; más haría los combates demasiado lentos y complicaría las escenas de rol. De igual manera, el número mínimo de jugadores será de dos, (jugar con un solo jugador es complicado para los combates previstos). ¡Que paséis una buena semana!.

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Allain- Tcboo.
Ralath - Victor.
Sylvia- Maria José.
Thognar- Yrian.
Torgga- Isa.

La posta de los Tres Vientos era una estructura con base de piedra y un sólido segundo piso de madera, coronada por un tejado de teja y rodeada por un muro de piedra y mortero de unos dos metros de alto. Estaba situada a tres días de camino de Lothering, al norte de la Espesura Korcari, y daba cobijo a los viajeros que se dirigían a dicha urbe desde el sur, normalmente buhoneros, mercaderes y granjeros que acudían a vender sus productos.

Aunque los caminos boscosos que llevaban a la posta no estaban exentos de peligros, varios transeuntes llegaron a través de ellos sin compañía, ya fuera por que confiaran en sus habilidades o porque prefirieran viajar en soledad. Uno a uno se hospedaron en la posada, regentada por un hombre proverbialmente gordo, de unos cincuenta años, calva incipiente y patillas pelirrojas que se unían en un tupido bigote. Su nombre era Pete, ("Pequeño Pete" para los amigos), y se pasó la tarde holgazaneando al otro lado de la barra y preparando un exquisito guiso de carne. Su hija Selena, una rolliza pero atractiva muchacha peliroja, volaba de mesa en mesa limpiando el local y ofreciendo comida y bebida a los cansados viajeros, y un hombre mayor y manco llamado Ordan, que parecía haber visto más de una batalla, mantenía el orden en el establecimiento.

Poco a poco, los viajeros fueron llegando. El primero en hacerlo fue un cincuentón pequeño, de pulcro cabello entrecano y cara de comadreja, que vestía ricas sedas y llegó acompañado por una caravana que se desvió hacia el norte. El próspero mercader había quedado allí con dos guardaespaldas, que llegarían al día siguiente para guiarlo hasta Lothering atravesando los caminos.

Tras él llegó Sylvia, una muchacha pequeña y pálida que peinaba su pelo castaño corto y liso, con una expresión avinagrada que consiguió que nadie le hiciera preguntas. Se acercó a la mesa, y le pidió una bebida liviana al gordo pesadero mientras la puerta se abría de nuevo y otra mujer, totalmente diferente, penetraba en la sala. Torgga, enana, era todavía más baja que Sylvia, pero pesaba más del doble debido a su imponente musculatura y corpulencia. Envuelta en una armadura de grueso cuero, las pesadas armas que portaba la distinguían como una guerrera.

Desde la barra, Sexto le lanzó una apreciativa mirada, preguntándose si no le vendría bien algo de protección extra para su viaje hacia Lothering. Dándole vueltas se giró hacia Pete, que estaba al otro lado del mostrador, y le propuso jugar algo de plata en una partida de dados; una sonrisa apareció en el rostro del posadero, y un bufido de Selena dejó claro que la hija del posadero estaba bastante harta de los escarceos de su padre con el juego. Desde que su madre murió en las últimas fiebres de invierno, el gordo hombretón trabajaba poco y bebía y jugaba mucho, de forma que todo el trabajo recaía sobre la joven.

Mientras se producía la conversación, dos visitantes más aparecieron por la puerta. Primero, un hombre atractivo y vestido a la moda orlesiana llegó acaparando las miradas casuales de los presentes, y se sentó con tranquilidad en la mesa más cercana a la puerta. Su nombre era Alain, y sus atractivas facciones, sus ropajes elegantes y su forma de moverse lo distinguían como nacido en Orlais, la nación vecina de Ferelden: un imperio militar y cultural, sede de la Capilla y famoso por su afectado refinamiento, tan diferente a la honesta bastedad fereldena. Justo detrás de él apareció exactamente lo contrario: Ralath, un elfo dalishano, un vagabundo tatuado de orejas puntiagudas que se ganó no pocas miradas de suspicacia. Esos elfos salvajes se distinguían como infieles, y rechazaban las enseñanzas de la bendita Andraste adorando a dioses primitivos, añorando la época en la que el pueblo elfo disfrutaba de su propia nación, Los Valles, e incluso épocas todavía anteriores, cuando los seres humanos no habían llegado a Thedas.

Una mesa de juego se organizó precipitadamente, y mientras el atractivo Allain se apuntaba a la timba de dados, la puerta se abrió de nuevo para dejar pasar a otro enano, tan corpulento como Torgga y con una barba gigantesca y trabajada, dividida en una infinidad de coletas rojizas. A diferencia de la enana presente, Thognar era oriundo de Orazammar, la tierra de los enanos, y por tanto podía volver a su hogar. Aquellos nacidos fuera de los salones enanos, como Thorgga la enana, solo podían aproximarse a Orzammar para comerciar, y estaban considerados casi no-enanos por sus rígidos compatriotas. Quizás esa fue la razón por la que Thognar miró de arriba a abajo a la enana, algo disgustado, y se dirigió a Selena para que le sirviera una jarra de cerveza tan abundante como la de ella. Los enanos son famosos por su aficción al alcohol y al juego, así que el recién llegado también se apuntó a la partida de dados.

Pasaron varias rondas, y la plata cambió de manos en varias ocasiones. Allain demostró su superioridad como jugador, perdiendo solo en una ocasión contra el enano de Orzammar. A lo largo del juego, los presentes se fueron acercando para disfrutar de la timba sin arriesgar su dinero; Ralath, poco acostumbrado a estas actividades, observaba cómo los dados rodaban sobre la mesa bajo la mirada desconfiada de Sexto de Denerim, el próspero mercader, que vigilaba su bolsa de oro ahora que el elfo de rostro tatuado andaba cerca. Los únicos que no se acercaron a mirar fueron las tres mujeres en la barra; Torgga vaciaba su enorme jarra de cerveza, que Selena, la camarera, rellenaba bastante a menudo. Sylvia, algo más apartada, intentaba no llamar la atención.

Mientras transcurría el juego se produjeron varias conversaciones; Sexto apalabró la escolta que andaba buscando con la enana de la barra, y Ordan, el viejo soldado manco, comentó algo acerca de un mago apóstata, un pobre muchacho, que fue ahorcado en Lothering la última vez que estuvo allí; algo que fue aplaudido por el mercader, pero a lo que Sylvia respondió con palabras tan avinagradas como su expresión. Ella y Ralath, que permaneció prudentemente callado, eran también magos apóstatas: conjuradores ilegales que vivían fuera de la protección y del control de la Capilla, arriesgándose a sufrir la misma suerte que el muchacho ahorcado.

Tras algunas manos y algunos chistes de Allain y bufidos de Thognar y del posadero, que habían perdido algo de plata, Sexto de Dénerim decidió sustituir el oro de su apuesta por una pieza de tosca artesanía. Urgando en su vigilado zurrón, extrajo de él una estatua en forma de huevo y del tamaño de un puño, con formas tribales que representaban un enorme rostro y seis largos brazos: dos cubriendo su boca, dos sus ojos y dos sus oídos. Había adquirido la estauílla por cuatro platas, pero sospechaba que valía todavía menos y que sería complicado venderla, así que cuando los demás colocaron una moneda plateada sobre la mesa, él colocó su estatua.

El único que reconoció la factura del objeto fue Ralath, quizás por sus orígenes salvajes, ya que el estilo era claramente chasind: una tribu humana de viciosos bárbaros de los pantanos, infames por su hermetismo y sus degeneradas costumbres. Los dados volvieron a rodar sobre la mesa, y como siempre, la impecable técnica de Allain le hizo ganar el extraño y perturbador objeto. Mientras se jugaba en la mesa, el encargado de la seguridad del local, Ordan, salía para cerrar el portón de entrada. Podía verse a través de la galería de colores de la posada que estaba oscureciendo, y aunque llevaban años sin sufrir ningún ataque, el viejo soldado manco estaba acostumbrado a la rutina.

Aquella noche sería la última para el anciano. En el mismo momento en el que la estauilla cambiaba de manos, varias flechas chasind se clavaban en la espalda del desprevenido guardia. Otras dos surgieron de la espesura un momento después, clavándose en la puerta de la posada con gran puntería. "Toc, toc". Desde dentro, sin embargo, sonaron como unos nudillos, y mientras la partida continuaba la joven Selena salió de detrás de la barra para abrir al nuevo viajero, murmurando algo sobre "demasiado trabajo" y "el vago de su padre". Desgraciadamente, también serían sus últimas palabras.

En el momento en el que abrió, una flecha chasind se clavó en su abundante pecho; otra en su cuello, y una última en su ojo. Con un sonido de gárgaras, el cadáver calló al suelo ruidosamente. Y entonces estalló el caos. Cuatro salvajes entraron por el portón de la posada; vestidos con cuero curtido cubierto de barro y pintura azul, con el cabello trenzado o esculpido en formas retorcidas, fijadas con arcilla y pequeñas plumas. Sus dientes habían sido serrados, convirtiéndo en colmillos todos ellos, y sus gritos salvajes llenaron la noche.

Dentro del establecimiento, todos reaccionaron. Sexto de Denerim portaba una daga en su cinto, pero no tenía ni la destreza ni el valor para usarla, así que prefirió meterse discretamente debajo de la mesa y rezar al Hacedor para pasar desapercibido. El posadero, pegando alaridos, corrió hasta su hija y se la llevó escaleras arriba, con el rostro cubierto por las lágrimas y por un gesto de horror. Los demás salvaron la situación.

Los enanos son un pueblo guerrero, con un valor que muchos describirían como brutal obstinación. Torgga y Thognar salieron en tromba por la puerta, sin dejar a los Chasind entrar en la posada, y cargaron contra ellos liándose a ciegos hachazos. Tras ellos salió Sylvia, que hasta ahora había permanecido al margen, con su cara de vinagre mostrando una fría determinación. Cuando empezó el combate, el enano de Orzammar parecía reirse de su hermana de armas; era mujer, y además había nacido en el exterior. Estaba claro que no podía compararse con él. Tuvo razón, pero no como él pensaba: Torgga resultó ser una auténtica fiera en el combate, y despachó a varios de los enemigos mientras Thognar solo lograba mantener a ralla a alguno de ellos.

Mientras tanto, Sylvia se descubrió como hechicera conjurando una llamarada que atrapó a los salvajes atacantes, que respondieron lanzándose contra ella e hiriéndola gravemente con varios tajos de sus espadas cortas. Al menos hasta que el enano, harto de no lograr herir de gravedad a sus enemigos, corrió a socorrerla. La joven maga corrió para cubrirse, y escondiéndose tras la posada consiguió lanzar una potente magia de curación que le salvó la vida.

Mientras tanto, el elfo dalishano y el orlesiano se habían quedado dentro del edificio. Allain, incluso, había corrido a cubrirse tras la barra, sacando su arco y preparándose para usarlo. Eso le permitió descubrir a un quinto Chasind abriendo lentamente la puerta trasera, dispuesto a tomar por sorpresa a los defensores. Armándose de valor, el jugador orlesiano corrió y chocó con la puerta para cerrarla. Desgraciadamente no tuvo muy en cuenta la gran corpulencia del salvaje que había detrás, que lo hizo rebotar como si hubiera chocado con una pared y se lanzó contra él, acuchillándolo de gravedad en varias ocasiones. Ralath, algo más apartado, lo cubrió descubriéndose también como mago, lanzando proyectiles de fuerza arcana desde el bastón que empuñaba.

El combate fue rápido, y gracias a la forma en la que Torgga se batió el cobre los salvajes huyeron en desbandada. Solo dos sobrevivieron: uno de los que atacaron de frente, que vio cómo el hacha de la enana segaba a tres de los suyos, y el que atacó por detrás, que gracias al elfo y al orlesiano no logró sorprender a los que combatían en la puerta principal. No hubo bajas entre los viajeros, aunque Ordan, el guardia, y la joven hija del posadero, no volverían a charlar y a reir en la posada. Sus cadáveres fueron apartados, a la espera de un velatorio a la luz del Hacedor al día siguiente. Los cuerpos de los chasind, sin embargo, fueron lanzados al camino como despojos sin ningún honor.

Ralath, que había entendido la relación entre el ataque y la estatuilla, se lanzó contra Sexto de Denerim cuando éste salió de debajo de la mesa. Él le había visto utilizar la magia, así que al dalishano no le costó conseguir información acerca de la misma. Sexto dijo que se la había vendido un muchacho imbécil que frecuentaba la Espesura Korcari, y les dio información acerca de cómo llegar a su patética cabaña. Los viajeros desconocidos, unidos por los lazos de la camaradería nacida en el combate y por la indignación de las dos muertes innecesarias, decidieron viajar juntos hasta allí, y descubrir qué era aquél macabro objeto, y porqué sus creadores tenían tanto interés en él.
« Última modificación: Noviembre 05, 2015, 11:30:57 am por Kastanguluka »



Enrad

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Respuesta #1 en: Noviembre 05, 2015, 11:34:28 am
Pues el sabado 14 estare dispuesto a todo. Isa me temo que no podra acompañarnos...



Tcboo

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Respuesta #2 en: Noviembre 05, 2015, 07:54:26 pm
14 apuntado



Tcboo

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Respuesta #3 en: Noviembre 05, 2015, 07:56:20 pm
Curradisimo el "resumen "x cierto.
Me he hecho biografia del personaje,te la paso el 14 a ver si te parece bien



Selene_Acuario

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Respuesta #4 en: Noviembre 06, 2015, 11:29:49 pm
Cuenta conmigo. Por cierto, alguien se queda a comer? Enrad? Es para no qudarme sola jajajaja. Curradísimo el resumen, Kastan!



Enrad

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Respuesta #5 en: Noviembre 06, 2015, 11:46:33 pm
Pues en principio, cuenta conmigo para comer :D



Selene_Acuario

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Respuesta #6 en: Noviembre 09, 2015, 10:04:42 pm
¡Estupendo, Enrad!

Por cierto, aquí el vídeo de 'Dado Dragón' que os comentaba el otro día: https://www.youtube.com/watch?v=yNiY4AV33bI



Kastanguluka

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Respuesta #7 en: Noviembre 13, 2015, 10:21:18 am
Dado Dragooon XD

Gracias por el video, en principio estamos tres jugadores y yo, así que cumplimos cuorum. Mañana nos vemos a la misma bat-hora y en el mismo bat-canal, (a las once en el centro cultural). Hasta entonces!



Enrad

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Respuesta #8 en: Noviembre 13, 2015, 10:39:10 am
Mañana nos vemos a la misma bat-hora y en el mismo bat-canal
Bat-friki viejuno  ;D



Kastanguluka

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Respuesta #9 en: Noviembre 13, 2015, 11:15:15 pm



Tcboo

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Respuesta #10 en: Noviembre 21, 2015, 11:41:19 am
Poned x aquí q no hay partida q no todos estamos en el wasap :-[ :-[



Enrad

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Respuesta #11 en: Noviembre 21, 2015, 01:32:51 pm
Kastan suele avisar los dias que si hay partida, si no se anuncia suele ser que no hay... Ante la duda, pregunta aqui el dia antes.



Tcboo

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Respuesta #12 en: Noviembre 21, 2015, 02:22:08 pm
Ante la duda la mas....



Kastanguluka

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Respuesta #13 en: Noviembre 26, 2015, 08:53:50 am
Lo siento mucho Tcboo, menuda putada, imagino que habrás ido este sábado para jugar. Efectivamente, suelo anunciar las partidas en el foro: te voy a mandar mi teléfono móvil por privado para que podamos estar más en contacto, me joden un mundo estos fallos de comunicación. Perdona por las molestias, que ya van dos.

En cuanto a la partida, me gustaría poder jugarla más a menudo, pero desde hace una semana o así mi mujer tiene un problema laboral que la estresa bastante, y por eso estoy un poco en dique seco. Volveré a ella en cuanto pueda, palabra.
« Última modificación: Noviembre 26, 2015, 09:02:59 am por Kastanguluka »



Enrad

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Respuesta #14 en: Noviembre 26, 2015, 09:52:27 am
No prob, estaremos a la espera de continuarla ;)